La reestructuración como una necesidad por la pandemia

COVID-19 ha traído una nueva realidad para las empresas de todo tipo, en donde por la baja demanda de los consumidores, aumento del riesgo producido por la desconfianza, la disrupción de la cadena de suministros, la búsqueda de múltiples fuentes de provisionamiento, la descentralización de centros de distribución, la centralización en la prestación de servicios, la adopción acelerada del comercio electrónico y el teletrabajo, el aumento en la solicitud de financiamientos, el aumento de los gastos extraordinarios, las alteraciones de los precios de los productos debido al volátil tipo de cambio, así como el cierre parcial o total de líneas de negocio, entre otros, las empresas han tenido que reinventarse.

En esta realidad, es trascendental que las Compañías analicen su negocio y busquen oportunidades que les permitan aumentar su rentabilidad, ingresos operativos y liquidez. Para muchas empresas, una alternativa que permitirá lo anterior es una reestructuración de su negocio en aras de no solo mitigar pérdidas y riesgos, sino generar valor para sus inversionistas.

¿En qué consisten las reestructuraciones?

La reestructuración busca, esencialmente, renegociar los contratos y la estructura de una empresa. El fin último de estas reestructuraciones, pueden llevar inclusive a reorganizar la empresa para vender una parte o un negocio de ella y con esto, obtener mayor liquidez y permitir mayor foco en el negocio principal.

Existen varios tipos de reestructuración, tales como:

  • Renegociación de instrumentos financieros: busca alivio temporal de ciertas cláusulas en los contratos de crédito de la empresa o renegociar con los acreedores obligaciones existentes.
  • Financiamiento de nueva deuda o capital social: obtención de nuevo capital o deuda para satisfacer las necesidades de liquidez.
  • Reestructuración operativa: evaluación de opciones para optimizar la eficiencia operativa, el ahorro de costos, la estabilización del rendimiento y la liquidez.
  • Venta de activos: si ciertos activos o líneas de negocio no son esenciales para una empresa, la empresa puede venderlos y utilizar los ingresos para reducir el endeudamiento de la empresa o proporcionar efectivo para reinvertir en el negocio.
  • Venta de la empresa: se puede determinar que la mejor manera de maximizar el valor y acceder a la liquidez es vender la empresa a un tercero que posee más recursos, y potencialmente sinergias, con las que puede lograr un valor superior para los accionistas, que el que la empresa puede alcanzar por sí sola.

Reestructuración mediante Fusiones y Adquisiciones (M&A, por sus siglas en inglés)

En tiempos inciertos, muchos inversores con la suficiente liquidez para ello están dispuestos a invertir en compañías que se encuentran en dificultades ocasionadas por la pandemia de COVID-19. Para los inversionistas, puede haber muchos beneficios en adquirir este tipo de empresas, ya que pueden aumentar el poder de mercado de la compañía compradora, superar barreras de entrada, incrementar el alcance competitivo de la empresa, diversificar su portafolio con menor riesgo que desarrollando nuevos productos o servicios, y crear sinergias y valor para la empresa:

  • Aumentar su poder de mercado
  • Superar las barreras de entrada
  • Incrementar el alcance competitivo de la empresa
  • Diversificar su portafolio, con menor riesgo que desarrollando nuevos productos o servicios.
  • Crear sinergias y valor para la empresa

Al integrar dos empresas se debe buscar una integración que permita generar:

  • Ahorro de costos: Eliminación de gastos al reorganizar y consolidar la logística, operaciones y líneas de negocio, o al crear economías de escala al adquirir empresas competidoras.
  • Mejoras en los ingresos: el comprador y la compañía adquirida pueden alcanzar niveles más altos de crecimiento de las ventas juntos que por sí solos, al combinar capacidades, desarrollo comercial y carteras.
  • Mejoras de procesos: transferencia de mejores prácticas y competencias básicas de una empresa a otra. Da como resultado ahorros de costos y mejoras en los ingresos.

Una reestructuración exitosa requiere una efectiva estrategia y asesoría

Cualquier proceso de reestructuración debe cumplir con una serie de fases, cuidadosamente ejecutadas, para alcanzar sus objetivos:

  1. Evaluación y valoración
  2. Plan de reestructuración
  3. Ejecución y mitigación de riesgos operativos, legales y fiscales
  4. Integración

Reestructurar, comprar y vender negocios en dificultades económicas significa superar una serie de complejos desafíos financieros, legales y operativos. Las fases de evaluación, ejecución e integración son claves para lograr los objetivos de la reestructuración; por tanto, la asesoría financiera y legal juega un rol fundamental en el proceso.

El proceso de evaluación requiere la identificación de áreas o líneas del negocio que deban ser restructuradas mediante un diagnóstico de las operaciones (es decir la razón del negocio, actividades de soporte o actividades de financiamiento) y la definición de actividades concretas que ayuden a estimar la posición económica de la Compañía antes y posterior a la reestructuración. Además, requiere que se examinen los beneficios económicos de la transacción, el financiamiento para la transacción prevista, las estructuras apropiadas para la transacción, la identificación de riesgos mediante un proceso de debida diligencia, la planificación de la estructura fiscal correcta, las acciones para eventualmente fusionar o separar fuerzas laborales con éxito, así como los costos de una posible integración.

Este plan de reestructuración debe contar con la documentación que respalde los objetivos del negocio, así como una evaluación de la gestión y asignación de riesgos dentro del modelo de reestructuración y de precios de transferencia específico de cada Compañía o GMs (en caso de ser aplicable).

Un proceso de debida diligencia ineficaz puede resultar en el pago de un precio excesivo para la adquisición de una empresa; y, al contrario, una valoración ineficaz de una empresa puede resultar en la venta de la empresa o línea de negocio por muy por debajo de su valor real, perjudicando a sus accionistas.

En BLP contamos con especialistas listo para ayudarle con la reestructuración de su negocio. Contáctenos.

 

*Autores: Elia Naranjo – Asociada Senior BLP / Pablo Díaz – Gerente de Precios de Transferencia Resolve BPO