El Nearshoring es el proceso de una empresa de transferir parte de su negocio de un país lejano geográficamente a uno más cercano a su lugar principal de operación.

En las últimas décadas, muchas empresas de manufactura y de servicios buscaron establecerse en diversas jurisdicciones alrededor del mundo para operar a un menor costo y diversificar sus capacidades de producción, en un proceso conocido como Offshoring. Esta tendencia la iniciaron las grandes compañías estadounidenses de manufactura a finales de los años setenta, principalmente en Asia; sin embargo, lo que hasta ahora había sido una decisión conveniente, a raíz de la pandemia, se convirtió en un factor de riesgo por el cierre de total de operaciones en estos países. A lo anterior se suma la posición de la Administración Trump con respecto a China, y la guerra comercial entre ambos países.

Es en este contexto, las empresas que en algún momento habían optado por el Offshoring, hoy están considerando aplicar el Nearshoring ya sea para volver a tener operaciones más viables por su ubicación geográfica, diferencia horaria y estabilidad para el negocio o para diversificar el riesgo y añadir otra alternativa para producir (China + 1).

Costa Rica se ha posicionado por años en la atracción de Inversión Extranjera Directa, y es por ello que ofrece el ambiente propicio como excelente alternativa para empresas que estén buscando relocalizar sus operaciones de manufactura o servicios en el continente americano.

La ubicación geográfica, una fuerza laboral altamente calificada, una tasa de alfabetización del 98%, la estabilidad política, los más de 14 tratados de libre comercio suscritos, incluyendo Estados Unidos, China y Europa, un atractivo sistema de incentivos fiscales, y la reciente invitación a formar parte de la OCDE, son parte de los elementos que posicionan a Costa Rica como un firme candidato para la atracción de empresas americanas que busquen hacer negocios desde una jurisdicción más afín a sus necesidades.

En el entorno de crisis económica mundial, podemos anticipar una fuerte competencia por captar o retener este tipo de proyectos, la misma China está tomando medidas para evitar una fuga de inversión, y sin duda habrá muchos otros países que se lancen a la caza, pero Costa Rica lleva ya camino recorrido. Acciones puntuales del Gobierno para atraer esta inversión serían determinantes para el logro de este cometido.