Sin lugar a duda, la pandemia actual representa el reto más grande al que, económica y laboralmente, las empresas a nivel mundial se han enfrentado en los últimos 100 años. El alto nivel de contagio de la enfermad obligó a los gobiernos a tomar medidas drásticas para la contención del nuevo coronavirus, dentro de las cuales se encuentran: la suspensión de actividades laborales en centros de trabajo, el cierre de fronteras, el cierre de escuelas y universidades, prohibiciones de locomoción, distanciamiento social, prohibición de reuniones, entre otros. Las referidas medidas inevitablemente afectaron la dinámica laboral acostumbrada, obligando a los patronos a adaptarse y tomar medidas sin precedentes.

El cierre obligatorio de centros de trabajo trajo consigo la implementación de políticas de teletrabajo en la mayoría de las compañías a nivel mundial, en los puestos que por su naturaleza pueden desarrollarse remotamente. Afortunadamente, en la actualidad se cuentan con los medios tecnológicos necesarios para el desarrollo de las actividades laborales de forma remota, lo cual permitió a muchas empresas continuar generando, y en el proceso, salvar puestos de trabajo que, de lo contrario, hubieran sido inevitablemente suprimidos y muy probablemente hubiera significado el cierre total de una gran cantidad de empresas.

El uso de la tecnología resulta esencial para el desarrollo de las actividades laborales durante la pandemia, puesto que aporta medios para que la compañía pueda seguir realizando su giro ordinario de negocios, así como también aporta los medios necesarios para que el patrono continúe con las actividades administrativas necesarias para el desarrollo de las relaciones laborales. El patrono cuenta con las herramientas necesarias para la supervisión de la correcta marcha de las actividades laborales, así como también cuenta con las herramientas suficientes para la supervisión de la consecución de metas de sus trabajadores. Lo anterior ha sido demostrado por una gran variedad de empresas que, debido a la pandemia, han migrado 100% al modelo de teletrabajo de forma exitosa. Como firma, tenemos la oportunidad y el privilegio de asesorar a uno de los BPO mas grandes e importantes del sector, quienes desde marzo migraron a la totalidad de sus trabajadores a la figura del teletrabajo y, gracias a la utilización de herramientas electrónicas, su nivel de servicio y calidad no se ha visto afectado en absoluto.

Así mismo, actividades que anteriormente eran descartadas sin pensarlo por los patronos, ahora se vuelven cada día más comunes, tal es el caso de las reuniones de coordinación laboral utilizando plataformas virtuales. Adicionalmente, las referidas plataformas han sido utilizadas por patronos para la imposición de medidas disciplinarias, para la terminación de relaciones laborales, comunicación de medidas laborales de emergencia, así como para la discusión y documentación de los acuerdos mutuos entre patrono y trabajador, que han fomentado los gobiernos de la región. Al igual que la utilización de plataformas virtuales, cobra especial relevancia la utilización de la firma electrónica (avanzada y simple) para hacer constar la conformidad de las partes, de la relación laboral, en las actividades y medidas previamente descritas. Afortunadamente, las distintas legislaciones de la región contemplaron la utilización de comunicaciones electrónicas muchos años antes del COVID19, dándole plena validez a los acuerdos a los que se arriben por el referido medio.

La pandemia ha hecho romper paradigmas en las relaciones laborales; demostrando que es posible el uso de los medios tecnológicos para el desarrollo de las relaciones laborales y que, en algunos puestos de trabajo, es posible la implementación del teletrabajo como medida permanente, representando un potencial ahorro en gastos para los patronos y el beneficio de poder trabajar desde casa para los trabajadores, quienes, dicho sea de paso, tienen la oportunidad (y responsabilidad) de demostrar que migrar a este modelo es posible.